¿Intolerante a la lactosa? Leer y entender el contenido nutricional de lo que vamos a consumir es un buen hábito si queremos mantener un estilo de vida saludable. Pero, muchas personas ignoran que la información de las etiquetas de los alimentos son una herramienta muy útil que brinda información real de lo que se está ingiriendo, sobre todo cuando eres intolerante a la lactosa.
Según información brindada por el Dr. Arnaldo Hurtado, médico nutriólogo y asesor de Laive, los detalles de la etiqueta resultan aún más valiosos cuando las personas se encuentran en un régimen nutricional, son alérgicos a algunos compuestos en los alimentos o sufren de intolerancia a la lactosa. Pero, ¿qué se debe tener en cuenta al momento de revisar las etiquetas de los productos que vamos a consumir?
* Ingredientes: Son lo primero que se debe revisar para conocer la composición del alimento. Están colocados en orden de lo que más contiene a lo que menos contiene. Por ejemplo, si aparece en primer lugar el azúcar, significa que lo que más contiene ese producto es azúcar.
* Tamaño de la porción: Se refiere al contenido del envase y la cantidad de porciones que posee el mismo. Es clave para calcular los nutrientes y calorías que se consumirán. Un error muy frecuente es creer que una porción equivale al envase o paquete completo.
* Contenido energético: Les indica la cantidad de calorías que tiene una porción. Lo recomendable es consumir menos del 30% de calorías derivadas de la grasa.
* Porcentaje de valores diarios: sirve para saber si el alimento posee alto o bajo contenido de un determinado nutriente. Se considera que es buena fuente de un nutriente si una porción aporta entre el 10% y 19% del valor diario. Si aporta un 5% o menos del valor diario, se considera que posee un bajo contenido del nutriente.
¡DATO!
Un producto deslactosado no es igual a uno de 0 gramos de lactosa. Es importante que el consumidor que sufra de intolerancia a la lactosa aprenda a leer las tablas nutricionales en el empaque del producto para asegurarse de que contenga 0 gramos de lactosa, ya que es lo único que asegura evitar la aparición de los molestos síntomas. El deslactosado posee cierto grado de este elemento, lo cual podría afectar a quienes lo sufren por ingerir mínimas cantidades.