La mayoría de personas asocia la pereza, entendida como la falta de voluntad para realizar ciertas actividades, a una educación familiar deficiente. Sin embargo, los psciólogos han analizado el tema y han llegado a la conclusión, aunque no definitivas, que detrás de la pereza puede existir un asunto piscolólico a tratar.
La pereza puede ser también entendida como la falta de motivación o de un proyecto de vida, situación que puede deberse a una renuncia a la socialización. De acuerdo a los especialistas, este episodio se genera, algunas veces, cuando existe un cuadro de depresión prolongado.
Una persona deprimida tiene sentimientos de tristeza, pérdida de la capacidad para interesarse o disfrutar de las cosas, pérdida de confianza, pesimismo, entre otras cualidades que pueden, equivocadamente, reconocerse como "pereza para no hacer algo".