El andador es un artículo que origina posiciones encontradas. Por un lado, hay quienes aseguran que puede doblarle las piernas al bebé y que obstaculiza su normal desarrollo. Por otro lado, otros especialistas dicen que puede ayudar a su aprendizaje cognitivo si se le usa correctamente.

 

¿Hace que aprenda a caminar más rápido?

No. Varios estudios han comprobado que el bebé no suele caminar antes de la edad en que se supone debe hacerlo (12 a 14 meses). Por lo tanto, el hecho de que los padres lo coloquen en un andador no hará que aprenda más rápido. Generalmente, este producto ingresa a la vida del bebé antes de ese período y en realidad, puede ocasionar problemas. Por ejemplo, que el niño alcance objetos que por su edad, no alcanzaría sin el andador.

 

Además, hay otros elementos motores que pueden perjudicar más que ayudar al desarrollo natural de esta capacidad. Primero, la velocidad. Con el andador, los bebés tienen una apoyo que de otra forma no tendrían. Van a mayor velocidad que si estuvieran caminando y pueden tener accidentes. Segundo, las manos están en reposo y no colaboran con el andar natural del bebé.

 

¿Sólo perjudica?

No. Otros especialistas rescatan el aporte de algunos andadores que incluyen juegos interactivos que estimulan el juego del niño. Además, recomiendan adquirir uno con regulador de altura para que se adapte al crecimiento del niño. La clave está en que sea utilizado como un juego y no para aprender a caminar.

 

Puedes detectar que el niño está listo para hacerlo si entre los 7 y 10 meses hace fuerza para levantarse cuando se le coge por las axilas.

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