Toalla. Recuerda utilizar productos hechos de algodón y textura suave para evitar la irritación de la piel de tu bebé.

Correcto secado. Haz esta maniobra dando pequeñas palmadas con la toalla sobre su pequeño cuerpo. Esto ayudará  a absorver mejor el exceso de agua. 

Cuerpo sequito. Recuerda no dejar ningún rastro de humedad en el cuerpo de tu bebé, sobre todo en los pliegues, para evitar la proliferación de hongos o bacterias cutáneas.

Ricos aromas. Si quieres perfumar la piel de tu bebé, recuerda hacerlo cuando esté completamente seco. Emplea productos con contenido en Despantenol para hidratar a profundidad.