-Trazarse una meta. Esto implica ponerse un reto y hacer un esfuerzo. Claro, debe ser un objetivo posible de cumplirse. En caso contrario solo generará frustración.

- Diseñar una estrategia. Permitirá alcanzar los objetivos propuestos de manera ordenada y a determinado plazo.

-Para saber el grado de cumplimiento de nuestros planes, es adecuado que establezcas indicadores que te permitan darte cuenta, de manera objetiva y externa, cómo vas avanzando.

-También es adecuado plantearse objetivos pequeños a diario. De esta forma, siempre uno se sentirá reconfortado e irá ganando confianza en si mismo.

-La perseverancia es importante. Por más que a veces las cosas no salgan como uno desea nunca hay que bajar los brazos.

-Por último cada problema debe ser visto como una oportunidad. Es decir, ver el lado positivo de cada asunto.