A simple vista, la única forma de identificar una anemia es a través de la fatiga permanente que siente una persona con poco oxígeno en la sangre. Pero la mejor forma de confirmarlo es mediante un análisis de sangre porque los síntomas aparecen gradualmente.

 

El corazón de una persona anémica late mucho más fuerte y su concentración disminuye junto a sus habilidades para el aprendizaje. Por ello, es vital remediar esta situación con cinco recomendaciones que puedes aplicar en tu rutina diaria:

 

1. Consumir alimentos ricos en hierro. Las carnes que aportan más nutrientes en este aspecto son el pescado, el lomo, los patés y el hígado de cerdo. Entre las frutas y verduras destacan las lentejas, las espinacas y los garbanzos.

2. Pruebe los cítricos. Las naranjas, limones y fresas ayudan a absorber mejor el hierro.

3. Evitar alimentos que obstruyen la absorción de hierro. Por ejemplo, las bebidas alcohólicas, los helados o los chocolates.
4. Nutrientes con mucho ácido fólico. Tales como el brócoli, el plátano y hojas de color verde.
5. Pequeños ejercicios. Hacer yoga, meditación o simplemente caminar con frecuencia puede ayudarte a respirar mejor.

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