La ingesta de bebidas alcohólicas siempre provoca daños considerables en el organismo. Aunque muchas veces se les subestime, los efectos de una resaca no son cosa de un día. 

 

Estos perjuicios se acumulan en el cuerpo y eventualmente nos predisponen a desarrollar enfermedades crónicas. Cinco de los efectos del licor son los que requieren de mayor cuidado:

 

1. Náuseas y vómitos. Por lo general, son señales de un daño en el hígado y va acompañado de dolores de cabeza.
2. La orina. Si elimina más agua de la que ha bebido, significa que existen otros órganos que están aportando líquidos, como las meninges.
3. El aprendizaje. Un exceso de alcohol inhibe las funciones de la región frontal tales como la memoria, la capacidad de concentración y el autocontrol.
4. Ardor estomacal. Aun cuando el estómago está preparado para los ácidos, el exceso de etanol puede erosionar la mucosa de este órgano y causar irritación gástrica.
5. Corazón acelerado. El alcohol provoca una mayor actividad cardíaca y hace que disminuyan los azúcares, provocando debilidad y agotamiento.