Arqueólogos japoneses confirmaron que los restos de un barco hundido frente a las costas de la isla de Kyushu corresponden a una embarcación de las tropas mongolas que trataron de invadir sin éxito Japón en el siglo XIII.
Los investigadores certificaron que la embarcación pertenecía a un grupo de navíos que fueron barridos por un tifón en el verano del año 1281 cuando las tropas del imperio mongol, enviadas por Kublai Kan, preparaban un desembarco masivo en el norte de Kyushu.