Hace 40 años, la noche del 3 al 4 de julio de 1976, comandos de élite israelíes llevaron a cabo una espectacular operación en el aeropuerto ugandés de Entebbe, liberando a pasajeros de un vuelo de Air France secuestrado por palestinos y alemanes.
El 27 de junio un Airbus de Air France que viajaba entre Tel Aviv y París, con más de 250 personas a bordo --entre ellas 12 tripulantes-- es secuestrado sobre el cielo de Corfú por cuatro piratas, que habían subido a bordo en una escala en Atenas. Los secuestradores obligan a la tripulación a aterrizar en el aeropuerto libio de Bengasi.
Los secuestradores --dos palestinos y dos militantes de extrema izquierda alemanes, entre ellos una mujer-- están fuertemente armados: pistolas, granadas, pero tambien gran cantidad de explosivos.
En la noche del 28 de junio, el avión se posa en el aeropuerto de Entebbe, al sur de la capital ugandesa, con la autorización del presidente Idi Amin Dada. Tres piratas más se suman a los secuestradores, que agrupan y vigilan a pasajeros y tripulantes en una vieja sala del aeropuerto.
Los secuestradores amenazan con hacer explotar el avión si 53 palestinos o simpatizantes detenidos en todo el mundo --29 de ellos en Israel-- no son puestos en libertad antes del 1 de julio. El gobierno israelí hace como si negociara y parece a punto de ceder a las exigencias de los piratas, que aceptan postergar el ultimátum al 4 de julio.
Entretanto, parte de los rehenes son liberados, pero 105 personas --pasajeros israelíes o de confesión judía, además de los tripulantes-- siguen cautivos.
En Israel, el estado mayor de crisis prepara una intervención militar. "Israel ha decidido reaccionar y jamás ceder", afirma el primer ministro Yitzhak Rabin.
El 3 de julio, a las 23H00 locales, cuatro aviones Hercules del ejército del aire israelí sobrevuelan el lago Victoria a baja altura y aterrizan en el aeropuerto, tras un vuelo de más de 3.600 km sin ser detectados por el control aéreo ugandés.
El primer comando se introduce en un Mercedes negro, réplica del vehículo del presidente Amin Dada. Se da el asalto y rápidamente los israelíes se hacen con el control del aeropuerto.
Los rehenes son liberados y llevados de inmediato a un avión que acaba de aterrizar, salvo tres de ellos, que mueren en el asalto, igual que 20 soldados ugandeses y siete secuestradores.
Una mujer, que figuraba entre los rehenes y que había sido llevada a un hospital de Kampala al inicio del secuestro, sería luego asesinada por hombres del presidente ugandés.
Entre las víctimas figura el teniente-coronel Yonathan (Yoni) Netanyahu, hermano mayor del actual primer ministro, y jefe del comando que liberó a los rehenes. Fue el único soldado israelí muerto en la operación, llamada "Thunderbolt" (Rayo) y que luego sería rebautizada por el gobierno israelí como "Operación Jonathan", en su memoria.
Además del apoyo logístico del gobierno de Kenia --adversario de Amin Dada--, que permitió a los aviones israelíes hacer escala en Nairobi de forma secreta, los israelíes se procuraron los planos del terminal del aeropuerto de Entebbe, construido por una empresa de Israel.
La audaz operación, que supuso una total humillación para Amin Dada, inspiró luego numerosas películas.
Tomado a AFP