Un taxista, que ha visto y vivido muchas victorias y frustraciones de la Selección Nacional, nos comenta que le “tinka” que hoy masacramos a Chile y pasamos a la final de la Copa América.
Es más, toca la virgencita que se descuelga del espejo retrovisor de su Station Wagon y jura que el pacto está dado: “Tumbamos a los mapochos y los bajamos de su nube”.
Que las fuerzas del bien lo escuchen y, finalmente, disputemos el título de este torneo, que ya lo hemos ganado dos veces pero que ya es tiempo de refrendarlo. Es justo y necesario. ¡Vamos, mi Perú!