En un campo de batalla se convirtió ayer la avenida Wiesse, en, debido a la violenta protesta que realizó un centenar de personas, entre transportistas formales e informales, sus familiares, y algunos vecinos de ese distrito y de la provincia de Huarochirí, contra el inicio de operación del nuevo corredor SJL.

La medida de fuerza inició en la madrugada, cuando un grupo de pobladores prendió llantas y colocó piedras para bloquear varios tramos de esta importante vía. En paralelo, decenas de manifestantes se agruparon en la zona conocida como “el portón de Jicamarca”, en el límite de SJL y Huarochirí, a fin de impedir la circulación de los buses.

Descontrol. Aunque estas acciones fueron reprimidas por la Policía, la multitud no detuvo su marcha y avanzó hasta el cruce con la avenida Héroes del Cenepa, donde la situación se salió de control. “Nunca la Municipalidad de Lima se ha preocupado por nosotros y ahora quieren apropiarse de nuestras vías, provocando que nos quedemos sin trabajo”, dijo un transportista.

Para evitar que los manifestantes, quienes a viva voz gritaban frases contra este nuevo servicio y la gestión del alcalde de Lima (Luis Castañeda), sigan su recorrido, los agentes del orden utilizaron bombas lacrimógenas para dispersarlos, pero esto solo provocó enfrentamientos. Hombres y mujeres aprovecharon la presencia del gas blanco para tirarles piedras a los efectivos.

Por realizar estos ataques, 11 personas, entre ellas un requisitoriado por robo agravado, fueron detenidas. Sin embargo, debido a la resistencia que oponían para no ser llevadas a las camionetas policiales, los agentes del Escuadrón Verde y Los Halcones usaron la fuerza. Incluso, en algunos casos entre dos o tres cargaban a los manifestantes y los subían a los vehículos con dureza.

INFORMALIDAD. En la protesta participaron trabajadores del servicio de transporte público, cuyas empresas quedaron fuera de la licitación que emprendió la comuna limeña para adjudicar los servicios de este eje vial, y aquellos que brindan el servicio de manera ilegal. “Somos más de 100 mil conductores, cobradores y marcadores que vamos a quedar desempleados por el ingreso de estos buses morados”, señaló Javier Gálvez, dirigente de los conductores formales.

Asimismo, aseguró que en total serán 13 las rutas que serán eliminadas, las cuales van desde San Juan de Lurigancho hasta distritos como Callao, Villa El Salvador y Chorrillos. “Hay un índice bastante alto de delincuencia en SJL. ¿Qué quieren las autoridades, que nos dediquemos a robar y la situación empeore?”, acotó.

A esta medida también se sumaron los ambulantes y personas que se dedican a la venta de productos en los carros u ocupan algunos paraderos. También estuvo presente el alcalde de SJL, Juan Navarro, quien respaldó la actitud de sus vecinos. “Los pobladores se encuentran desesperados porque se van a quedar sin trabajo”, señaló.

El burgomaestre responsabilizó al municipio de Lima de la tensa situación suscitada, debido a que no sostuvieron con su jurisdicción comunicación alguna. “Exijo al alcalde Castañeda que se acerque al distrito para explicar la implementación de este corredor”, añadió.

No hay marcha atrás. Pese a lo sucedido, la Municipalidad de Lima, a través de Protransporte, señaló de forma tajante que “no retrocederán en la puesta en marcha del servicio 412 del corredor SJL”, dado “que constituye un paso importante hacia la modernización y ordenamiento del transporte público en la ciudad”.

Roxana Rocha, presidenta del directorio de Protransporte, sostuvo que no “existe justificación para las protestas que realizaron sectores de transportistas informales y comerciantes. Rechazamos categóricamente los actos vandálicos reportados. Estamos haciendo circular 46 nuevos buses no contaminantes, con choferes en planillas, por lo que no entendemos cuáles son los sustentos o motivaciones legales de estas personas”, manifestó.

También negó que estos buses, que recorren las avenidas Wiesse, Próceres de la Independencia, Lima, Prolongación Tacna y los túneles Santa Rosa y San Martín, ocasionen más tráfico vehicular o no tengan paraderos.

Por último, refirió que seguirán adelante con este proceso, pues cuentan con los estudios de impacto vial y ambiental correspondientes. “En total, el corredor San Juan de Lurigancho tendrá 16 rutas troncales y 14 rutas alimentadores”, remarcó.

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