Redacción Ojo

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EFRAÍN (36, Chorrillos).- No puedo con mis celos, doctora. He perdido hasta tres novias porque estallo cada vez que imagino que me están engañando y me vuelvo un energúmeno.

He tratado de cambiar, pero la furia se apodera de mí y las chicas huyen espantadas de mi feo carácter. Dicen que la mejor forma de recuperarse es reconociendo la enfermedad y yo lo hago, sin embargo, pese a ello, continúo con mis estallidos, mis desconfianzas, mi forma de ser y temo que a ese paso me quede solo en la vida.

Las tres novias que he tenido, culminaron mi relación por el mismo motivo: se cansaron de mi desconfianza y no toleraron más mis gritos e insultos. Aunque no he llegado a la violencia, me temo, doctora, que podría ocurrir porque me descontrolo, me vuelvo frenético.

Por ejemplo, en el caso de Aurora, reaccioné con demasiada cólera, gritando peor que tirano, cuando descubrí en su celular que la había llamado un fulano que le dejó un mensaje de texto que culminaba con la palabrita 'mi cielo'.

En medio de un restaurante donde cenábamos después del trabajo, empecé a gritar y gritar preguntándole quién era ese sujeto y ella llorando por la vergüenza me respondió 'mi padre' y me dejó para siempre.

Imagínese, doctora. Por más que le pedí disculpas, como es obvio, y lo acepto, ya no quiere saber más de mí. Igual me volvió a pasar con otras dos chicas que se aburrieron de mis desconfianzas y me temo que pasará lo mismo si es que comienzo a salir con otra muchacha.

Por eso espero que me brinde un buen consejo para poder solucionar este mal momento que vivo desde hace tiempo. Quiero cambiar, doctora.

Consejo: Los celos nunca son buenos. Debes visitar a un especialista para que te cure defitivamente, de lo contrario, seguirás arruinando tu vida.